Uno de los pocos restaurantes de Galicia donde vivir una experiencia gastronómica de principio a fin, comenzando por la visita al restaurante, la bodega y demás instalaciones, y rematada por una buena copa – posiblemente de los mejores gin-tonics que uno se puede tomar en toda la comunidad – y acompañado de un puro.
Lo realmente importante es el concepto, es decir, tres en uno. Primero la bodega, para tomar el aperitivo, donde te sacan unas anchoas excepcionales con una primera copita de vino, segundo la sala, espaciosa y con las mesas separadas, y tercero la sobremesa; espectacular salón con innumerables referencias de puros y licores.
Al Costiña no vas a comer sino a pasar la velada, bien sea comida o cena. Es como si te vas de vinos o cañas, luego comes o cenas, y luego de cafés con chupito o copas, pero todo en un mismo lugar, en tres ambientes diferenciados. Incluso con servicio de ida y vuelta con chofer. En resumen, un lugar muy exclusivo donde vas a encontrar calidad por los cuatro costados, pero que no es barato, sobre todo si te gusta lo bueno. |